Cuando nos enfrentamos a una búsqueda de información es común que encontremos muchos textos interesantes que, eventualmente, podrían satisfacer nuestras necesidades. Sin embargo, es necesario que evaluemos muy bien las fuentes para estar seguros de la veracidad y credibilidad de la información.
Cuando tomamos fuentes de Internet, es necesario tener mucho cuidado con los resultados obtenidos a través de buscadores como Google (es más recomendable hacer las búsquedas por medio de Google académico, o bases de datos académicas). Muchos de los resultados arrojados son sitios no confiables en los que suelen tomar información de otros sitios Web, sin respetar los derechos de autor y plagiando el trabajo de otros, presentándolo como propio; en algunos casos ni siquiera se trata de una copia completa sino de una “colcha de retazos”.
También existen casos de páginas en las que las personas pueden agregar o cambiar información, lo que hace poco confiables los resultados encontrados. El ejemplo más representativo es el caso de wikipedia. Otras páginas, con intereses netamente comerciales, permiten que cualquier persona envíe un artículo y ellos, sin revisar o hacer verificar la información por expertos en el tema, simplemente la ponen a la disposición de los interesados. Entre estas páginas, las más conocidas en nuestro medio sonmonografías.com y el rincón del vago.
La mejor manera de buscar información en la red es conocer las posibilidades de búsqueda que ofrecen los diferentes navegadores para acceder con precisión a lo que se necesite. De igual forma, se recomienda seguir una bitácora de búsqueda en la que se registren los motores de búsqueda que se seleccionen, las opciones de consulta que elijan y las palabras clave que utilicen durante el proceso. Un ejemplo de una bitácora de búsqueda sería el siguiente:
Tanto en el caso de fuentes electrónicas como de fuentes impresas como libros o revistas científicas, además de verificar que dichas fuentes respondan a las necesidades de información, es necesario tener a la mano todos los datos de información bibliográfica: autor, título, año de publicación, número de ediciones (si es una edición diferente a la primera), ciudad de publicación, editorial, volumen y número (en caso de que sea una revista científica).
Cuando se trata de otras fuentes como videos, documentales, entrevistas, periódicos, imágenes, tesis, debes tener toda la información sobre la proveniencia de las mismas para darle la información que le permita acceder a ellos al lector que lo desee. Además, esta es una norma de responsabilidad que caracteriza a la cultura académica en la que los estudiantes universitarios están inmersos.
En todos los casos anteriores, es fundamental que tengas claro una norma de referencias bibliográficas (Norma APA, ICONTEC) y se aprenda a utilizar y se mantenga a lo largo de todo el texto. Es necesario que se referencie toda la información que se vaya a utilizar para la construcción del texto final, aunque se haya leído muchos más textos de los que aparecerán en el texto. Como norma, no se puede citar una fuente que no aparezca en la bibliografía y no puede aparecer en la bibliografía algo que no se haya mencionado en el texto.
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